Fridas

Fridas ofrece una experiencia curada, accesible y memorable. Fridas concilia excelencia y casualidad. Fridas es un lugar para compartir y sentirse parte.

Casual

Latinoamericana

Mexicana

Descripción e historia

Como los sueños que florecen con espinas y perfume: auténtica, indómita, mexicana.

Había una vez, en una pequeña calle de Antigua Guatemala, un garaje que no sabía que estaba destinado a convertirse en un santuario del sabor, el arte y la fiesta. Era mayo de 1995 y dos mujeres valientes, de alma incendiada y manos llenas de color, colgaban el rótulo de un nuevo restaurante: Fridas. Ellas mismas lo pintaron, lo soñaron, lo crearon. Así empezó esta historia, como todas las historias que valen la pena: con amor, riesgo y un buen trago de margarita.

De la Calzada a la Calle del Arco. En solo cinco meses, ese pequeño garaje se quedó corto para tanto corazón. Fridas se mudó a la icónica Calle del Arco, temblando de miedo pero rebosante de entusiasmo. Con apenas 10 mesas y un ejército de amigos que servían, cocinaban y celebraban, nació el espíritu que aún vibra entre sus paredes: el de una comunidad unida por el goce de vivir.

A fuego lento y con alma de mujer. Fridas no creció con prisa. Creció como crecen las cosas bellas: de forma orgánica, con manos que amasan, decoran y sueñan. Maggie pasaba de la plancha al bar, Lola afinaba cada detalle, y mujeres como

Verito, Vero y Toya tejían una cocina que, hasta hoy, sigue sirviendo historia en cada plato. El primer horno fue regalo de una amiga, y duró quince años. Porque en Fridas, todo se hace durar. Todo se hace con sentido.

El Ático: cuando la música encontró su templo. En 1997, ya no cabía la gente. Así nació El Ático, un refugio bohemio donde la música, el mezcal y el arte bailaban juntos. Era más que un segundo piso: era una promesa de noches inolvidables.

A veces se gana, a veces se aprende. En 2001, Fridas llegó a la Zona Viva de la capital. Fue un experimento, un reto. Duró siete años y dejó algo inmortal: la Fiesta VIP, un ícono de libertad y celebración para la comunidad LGTBQ+. Porque cuando Fridas entra a un barrio, deja huella. Caer, repensar, renacer. Como la vida misma, Fridas atravesó épocas de sombra. En 2003 llegó Vicky, primero como mesera y luego como socia —otro espíritu valiente en esta constelación femenina. Pero llegó un momento donde la fórmula se agotó. El mundo pedía algo nuevo. Y entonces apareció Tati.

Tati llegó como la lluvia después de la sequía. Trajo ideas, colores, proyectos. Trajo un Vocho que se volvió ícono rodante, remodelaciones que devolvieron el brillo, y un nuevo lenguaje para hablarle a una generación hambrienta de autenticidad. Junto con Maggie y Lola, viajó a Oaxaca a buscar el alma líquida de México: el mezcal. Así nació el Mezcal Fridas, que hoy se sirve en cada brindis como una ofrenda.

Fridas Shop, Cruda Brunch, Tuc Tuc. Las ideas se multiplicaron. Se creó una tienda con arte guatemalteco. Se reinventó el brunch para los capitalinos. Y un tuc tuc se convirtió en embajador móvil de tacos, sabor y alegría.

Música, arte y fiesta: El Ático resucita. En ese templo de madera y neón volvieron a sonar las risas y los beats. Llegaron artistas como Rubén Albarrán, Camila Camaleón, y Chejo. El Ático volvió a ser faro de libertad y creatividad.

Pandemia: creatividad o muerte. El 2020 lo cambió todo. Pero Fridas no se rindió. Reinventó el delivery, lanzó kits de supervivencia, llevó su tuc tuc a los barrios, convirtió la crisis en chispa. Porque para Fridas, vivir es resistir con sabor.

El renacimiento post-pandemia. En 2021 y 2022 llegaron nuevos hijos al universo Fridas: La Mezcalería, La Taquería, El Ático de Mezcal. Cada uno con identidad propia, pero con el mismo ADN: mezcal, comida rica, música que hace vibrar el

pecho, y un ambiente que se siente como abrazo. Se expande el corazón en 2025 se hacen dos aperturas nuevas CC VIdere y CC Paseo Antigua. Con identidad propia con el mismo ADN. De cuatro mujeres a una comunidad de mas de cien almas

Fridas nació de la pasión de cuatro mujeres y hoy es un equipo de más de 100 personas que siguen contando esta historia con sus manos, con sus recetas, con su presencia.

Fridas no es solo un restaurante. Es un manifiesto. Es una pintura que se saborea. Es una canción que se baila.

Es una rebeldía que se sirve en copa escarchada. Y sobre todo, es un lugar donde el alma mexicana vive en cada risa, cada taco, cada noche que se alarga entre mariachis y abrazos. Porque como decía Frida Kahlo:

“Donde no puedas amar, no te demores”... Y aquí, en Fridas, el amor —por la vida, por el arte, por el sabor— se queda a vivir.

Platos insignia:

Tacos Gobernador.

Dato curioso:

Es una compañía liderada por mujeres.

Sucursales:

Zona 10: 16 CALLE 6-72

CENTRO COMERCIAL LA ESTACIÓN

Lun a mié / 12pm a 10pm

Jue a sáb / 12pm a 11pm

Dom/ 9am a 6PM

Zona 14: 10 Av. 8-16