Kula Maya: Escaparse de la Escapada en San Marcos La Laguna, Atitlán

Un rincón donde el alma del lago más representativo de Guatemala se une con el lujo de la calma.

Por Peter Meng

6 min


Puedo decir que vi al pueblo de San Marcos La Laguna, a orillas del Lago de Atitlán, crecer, así como el pueblo me vio crecer a mí. En mis primeras visitas de adolescente, allá por 1998 o 1999, el pueblo me atraía por ser un lugar escondido, fuera del mapa para la mayoría de guatemaltecos, pero siempre un sitio donde podía conocer gente interesante y pasar un fin de semana totalmente desconectado. Caminar por los callejones de tierra, llegar a la piedra del cerro Tzankujil y agarrar valor para saltar hacia el lago. ¿Habrán sido unos 15 metros de altura? Con la variabilidad de la profundidad del lago, cuesta recordarlo.

Lago de Atitlán, Guatemala






En aquellos tiempos, una cama en un cuarto compartido de un hostal o un sofá en alguna casa era suficiente para pasar la noche. Pasaron los años y San Marcos La Laguna enmarcó momentos importantes de mi vida. Siempre presente, siempre con la magia del lago. Descubrí algunas de mis primeras comidas vegetarianas en el hotel La Paz, actividades espirituales como meditación y yoga (aunque nunca fui muy partícipe de ambas) y algo de cocina clásica francesa en el Tul y Sol. San Marcos La Laguna fue una de las cunas del grupo en el que toco, Remolacha Beets, al punto que lugares como Il Giardino o El Taller Galileo eran de nuestros favoritos para presentarnos. Ahí nació más de alguna de nuestras canciones, inspirada en más de algún ser humano que andaba de paso por el lago.

Remolacha Beets



La energía del lago siempre ha estado presente y San Marcos La Laguna, desde entonces, fue un punto focal de la espiritualidad en Atitlán. Pero siempre, o casi siempre, el lugar para dormir siguió siendo un sofá en la casa de un amigo o una cama de hostal. Esto era aventurero en mi adolescencia, aceptable a los 20 y apenas tolerable a los 30. Así que, ¿qué pasa cuando me veo un poco más sabio (por no decir viejo) y llego a la mitad de los 40? Ahí es donde noto que el pueblo creció conmigo y aparece Kula Maya, el tipo de hotel que ya me merezco… o, por lo menos, que mi espalda necesita.

Si llegas al muelle público, una caminata de unos cinco minutos por los mágicos callejones de SMLL te llevará al hotel, aunque puedes pedirle al lanchero que te deje en el muelle de Kula Maya y estarás a unos 25 metros de la entrada del hotel. Y, ¡vaya si el paisaje no cambia al entrar!

Vista Hotel Kula Maya



Si te aventuras y decides llegar a SMLL manejando, ahora hay un parqueo justo en la entrada del pueblo, lo cual evita tener que maniobrar por las calles estrechas como solía ser antes. La caminata hacia Kula Maya te tomará unos 7 min.

Desde una recepción con techo a doble altura hasta una piscina sin fin con vista directa al volcán San Pedro, Kula Maya te desconecta del pueblo que te desconecta del mundo exterior. El hotel es un emprendimiento de Kula Collective, colectivo formado por siete personas originarias de diferentes partes del mundo que coincidieron en Atitlán y cuyo fin principal es organizar talleres de entrenamiento y retiros para instructores de yoga en Tennessee, Perú y, por supuesto, Guatemala.

Es un hotel pequeño, entre cuartos y domos, cuenta únicamente con ocho habitaciones; pero ahí es donde nace precisamente la magia. Si la suerte te lleva a uno de los domos, pasarás por un camino de piedra a través de un estanque con lirios de agua para llegar a un cuarto totalmente enmarcado por la naturaleza: ducha abierta con luz natural, rodeada de plantas, y una cama amplia y cómoda con vista directa al lago y sus volcanes. Si prefieres una comodidad más clásica, las habitaciones ofrecen la misma vista, con tina y, una vez más, una cama que mi espalda ya no tan joven agradece. El hotel cuenta con un restaurante amplio y un menú lleno de platillos clásicos con toques creativos. Desayunos ricos y abundantes, donde sobresalieron la shakshuka, el Crescent Moon (crepas saladas con huevos pochados) y el variado menú de smoothies, preparados con inteligencia para lograr tanto funcionalidad como sabor. Cualquiera de ellos será un buen inicio para pasar un día turisteando por los diferentes pueblos del lago o realizando cualquier otra actividad.

Domo en Hotel Kula Maya

Tina en habitaciones de Hotel Kula Maya

Restaurante de Hotel Kula Maya

Shakshuka



A la hora del almuerzo y cena, destacan la hamburguesa de pollo, los fish tacos, las pastas hechas en casa y el postre, que en mi opinión se llevó el protagonismo, un mousse de mango servido directamente sobre la cáscara de la fruta. Utilizando únicamente la dulzura natural de la fruta, una excelente y deliciosa forma de disfrutar el mango en su máximo esplendor. Para completar, el servicio fue sorpresivamente hospitalario y rápido. El restaurante ofrece una carta simple pero acertada de vinos, cervezas artesanales y coctelería. Si el retiro y la desconexión son realmente el objetivo, el hotel cuenta también con un spa, donde sauna seco y húmedo, masajes y otros servicios terminan de ayudarte a alcanzar una relajación total.

Hamburguesa de Restaurante en Hotel Kula Maya

Fish Tacos de Restaurante en Hotel Kula Maya

Mousse de Mango servido sobre la cáscara de la fruta






Por si fuera poco, Kula Maya ofrece experiencias de impacto a través de actividades con diferentes ONGs alrededor del lago, donde el huésped puede inscribirse y participar para dejar algo positivo en el área. Dichos programas permiten al turista involucrarse en la comunidad participando en proyectos enfocados en nutrición, educación, empoderamiento femenino y acceso a agua limpia para los habitantes del lago de Atitlán.

Salir por un cóctel por la noche está muy recomendado; mi lugar de elección es Sagrada Mezcal, donde te esperan buenos tacos, coctelería mezcalera y karaoke para pasar un buen rato.

Sagrada Mezcal en San Marcos La Laguna, Atitlán


¿Y si la nostalgia me invade? El restaurante por excelencia de mis viajes de adolescente, Moonfish, sigue existiendo, con sus colosales y económicos burritos de desayuno.

Burrito de Moonfish en San Marcos La Laguna, Atitlán

Reseñas

Seccion de Q&A


Qué es Lorem Ipsum?

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